El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, denunció que el asesinato del periodista Jamal Khashoggi fue planificado e incluso se hicieron inspecciones en el bosque de Belgrado y en la zona de Yalova, cerca de Estambul, como posibles lugares para sepultar su cuerpo.

En un discurso ante el grupo parlamentario de su partido Akp, Erdogan dijo que "admitiendo el homicidio de Jamal Khashoggi, Arabia Saudita dio un paso significativo", pero ahora "esperamos que todos los responsables, desde el nivel más bajo al más alto, sean hallados".

El mandatario afirmó que los 18 sospechosos arrestados por Arabia Saudita deben ser procesados en Turquía y se preguntó "dónde está el cuerpo de Jamal Khashoggi?". Erdogan dijo que su país hará "lo que sea necesario" para investigar "este homicidio ocurrido dentro de nuestras fronteras" y señaló que el crimen "no será embarrado por preguntas sin respuestas".

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, también pidió una investigación completa, operativa y confiable; además afirmó que "la reacción de la UE dependerá de los próximos pasos de las autoridades saudíes". Según Mogherini, los países europeos seguirán de cerca el caso para adoptar una posición común al respecto.

"Las explicaciones que dieron las autoridades saudíes hasta el momento dejan muchas dudas y preguntas sin respuestas", dijo Mogherini.

Khashoggi era columnista del periódico The Washington Post, desapareció el pasado 2 de octubre tras ingresar en el Consulado General saudí en Estambul, Turquía, para recoger varios papeles. En principio,  el Consulado insistía en que el periodista había salido de la sede diplomático, pero el diario estadounidense comunicó que fue torturado, asesinado y descuartizado.

El 19 de octubre, después de presiones por parte de la comunidad internacional, Arabia Saudí reconoció que Khashoggi falleció en "una pelea" en el consulado y detuvieron a 18 personas.