El 7 de septiembre los científicos registraron terremotos de entre 5.6 y 6.6 de magnitud. Los epicentros del temblor se encontraban cerca del poblado de Yaviza en Panamá, cerca de la ciudad de Ambato en Ecuador y al lado de la ciudad chilena de Vallenar.

Un sismo de 6,5 grados de magnitud se registró durante la noche en Ecuador, a las 21.12 locales (02.12 GMT del viernes), con epicentro a seis kilómetros de Cumandá (provincia de Chimborazo), en el centro andino.

Lo reportó el Instituto Geofísico de Quito, en tanto autoridades ecuatorianas informaron que hubo dos heridos y ambos fueron atendidos. También se registraron daños "de leves a moderados" en las casas de Cumandá.

El terremoto se sintió en las provincias de Guayas, El Oro, Los Ríos y Manabí, Pichincha, Tungurahua, Morona Santiago, Zamora Chinchipe y Pastaza. También se percibió en grandes ciudades como Guayaquil y Quito, donde la gente salió a las calles.

El sismo tuvo cinco pequeñas réplicas. Sin embargo, por haberse registrado a gran profundidad, unos 75 kilómetros, los daños fueron superficiales. Expertos del Instituto Geofísico afirmaron que el sismo se debe a movimientos de la placa de Nazca.

Poco antes del terremoto ecuatoriano se produjo un sismo de 5,6 grados en Yaviza (Panamá), según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). También anoche hubo un temblor de 5,8 grados en el centro-norte de Chile, percibido en Copiapó, Coquimbo, La Serena, Valparaíso y otras localidades, sin que se haya activado alerta de tsunami ni reportado daños hasta el momento.