Nicaragua sigue viviendo episodios de violencia, grupos identificados por la prensa local como “paramilitares” han provocado la muerte de nueve personas en el departamento de Carazo durante el pasado fin de semana; y este lunes se reporta que en Diriamba, un grupo progobierno atacó la Basílica de San Sebastián, donde 12 personas, entre ellas el monseñor Silvio Baez, obispo axiliar de Managua, fueron agredidos.

La Arquidiócesis de Managua se pronunció en sus redes sociales y calificó de “condenable, repudiable y cobarde”, el ataque que sufrieron los obispos en Diriamba por personas afines al gobierno de Daniel Ortega.

Después de la agresión, los obispos lograron salir de la Basílica. Monseñor Silvio José Báez afirmó:  “Cumplimos con nuestra misión de liberar a las personas que estaban atrapadas en la basílica de San Sebastián. Esto que me pasó no es nada comparado a lo que ha sufrido el pueblo”.

“Todo se puede evitar cuando razonamos”, manifestó monseñor Silvio Báez después de ser herido en su brazo derecho. “Por medio de la violencia todo se encamina a un callejón sin salida”, añadió.

El obispo Báez tiene medidas cautelares de la CIDH, y debería ser protegido por el Estado, sin embargo fue herido en la mano derecha en el interior de la Basílica San Sebastián.

“Una vez más quienes exigimos el cese de la represión somos víctimas del odio y la violencia. Este ataque cobarde se suma a la ola de represión que dejó más de 20 personas asesinadas en Carazo desde ayer”, escribió en La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia a través de Twitter.

Monseñor Miguel Mántica y el padre Edwin Román también resultaron heridos, también sufrieron golpes los periodistas que estaban en el lugar; también robaron el lente y destruyeron la cámara del fotoreportero de La Prensa de Nicaragua, Jader Flores, y el periodista de 100% Noticias, Jackson Orozco, fue golpeado.

Los pobladores de El Crucero, llegaban a la Basílica con imágenes de la virgen y banderas azul y blanco junto con los sacerdotes y miembros de la ANPDH, mientras policías encapuchados patrullan el sector; luego una turba de gente encapuchada irrumpió en la Basílica para insultar y agredir a los obispos y el clero de Managua a quienes llamaron “asesinos”.

El cardenal Leopoldo Brenes Solórzano junto al clero de Managua, se dirige hacia Jinotepe, cabecera departamental de Carazo y uno de los municipios asediados por paramilitares. En este departamento, el domingo murieron al menos nueve personas según cifras de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos humanos (ANPDH).

“Vamos a mediar a Jinotepe, Vamos con el cardenal y varios sacerdotes del clero para ver que podemos hacer, pero vamos a mediar porque la situación de Jinotepe es muy lamentable y la Iglesia va estar presente siempre en la búsqueda de la paz”, aseguró monseñor Miguel Mántica, de la Arquidiócesis de Managua.