"Les ordené a las fuerzas armadas de Estados Unidos lanzar ataques de precisión contra objetivos asociados con las capacidad de armas químicas del dictador sirio de Bashar al-Assad", sostuvo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desde la Casa Blanca al informar sobre el bombardeo que este país, en coordinación con el Reino Unido y Francia realizaron sobre Siria en la madrugada del sábado 14 de abril (13 de abril por la noche en América).

El ataque se habría dirigido a objetivos vinculados al programa de armas químicas de ese país. De acuerdo al Vice-alguacil Gavin Parker, éstos habrían sido un centro de investigación científica ubicado en Damasco, una instalación de almacenamiento de armas químicas y una instalación de almacenamiento de equipos de armas químicas y centro de mando, estos dos últimos en la región de Homs.

El Reino Unido señaló que utilizaron bombarderos RAF Tornado GR4 y misiles Storm Shadow, mientras que Estados Unidos habría utilizado bombarderos B-1. El secretario de Defensa, James Matts, indicó que se utilizaron el doble de armas” que en abril de 2017, pero que “también seleccionamos objetivos que minimizan los riesgos para civiles inocente”.

La televisión estatal siria señaló que la Defensa Aérea de ese país está "respondiendo a la agresión estadounidense británica y francesa".