Un fuerte terremoto de 7,2 grados que ocurrió el domingo en la frontera entre Irak e Irán causó al menos 399 muertos y más de 2.530 heridos, según reportaron las autoridades locales.

El mayor número de víctimas se reportó en Irán, con 328 víctimas, mientras en el Kurdistán iraquí el balance asciende a 11 fallecidos. La localidad más golpeada es la de Sarpol-e Zahab. En la provincia iraní de Kermanshah donde se declararon tres días de luto.

"El objetivo de los responsables es el de acelerar la ayuda y socorrer a las personas atrapadas bajo los escombros", dijo la guía suprema iraní, Seyyed Ali Khamenei, citado por la agencia de noticias Irna.

El guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, ha ordenado al Gobierno y a los guardias de la Revolución (Pasdarán) intervenir en las áreas más afectadas por el sismo.

Según la página web del Instituto de Geofísica de la Universidad de Teherán, al terremoto lo siguieron cientos de temblores, los más fuertes de ellos de una magnitud de al menos 4,7.