La altura de las sombrillas y carteles que cuelgan de la calle y las aceras en mal estado que cambian de ancho en cada cuadra son algunos de los problemas que las personas ciegas tienen que sortear al transitar por la ciudad de La Paz. Tras el lanzamiento de una ruta para ciegos en el centro de la ciudad, el director departamental del Instituto Boliviano de la Ceguera (IBC), Edwin Ilaya, sugiere mejoras para optimizar el desplazamiento.

"A mí, como persona ciega y como director me ha parecido una buena iniciativa, pero el problema es que técnicamente tiene algunas falencias, sobre todo sobre la señalética que ti se debe de utilizar”, señala Ilaya; “porque el relieve tiene que ser contrario, no sobresalido, inverso, las mismas tres líneas, tienen que ser canalitos, para que el bastón pueda detectar el canal y nos sirva de guía, e incluso podemos caminar encima de esas líneas, que no nos va a afectar, no nos va a causar ningún problema”, explica.

Un problema en la ciudad, señala Llaya, es que el ancho de las aceras varía de cuadra en cuadra y sugiere que, como en otros países, por lo menos en el centro, todas las aceras tengan el mismo ancho porque una persona ciega toma como referencia la pared y el cordón de acera para poder ubicarse.

Otro de los problemas que identifica son las sombrillas y los carteles que cuelgan de las paredes con los que muchas veces las personas ciegas se chocan y lastiman, “que pongan a una altura que no signifique riesgo de accidente para nosotros”, manifestó.

Pero lo que califica de “más dificultoso” son las rampas de los garajes para el ingreso de vehículos, “le ponen una rampa fija de cemento, casi todas las calles tiene eso, en las subidas, a veces hay algunos que ponen de unos 50 cm, lo que deberían hacer es tener sus rampas móviles”, indica.

La Alcaldía de La Paz ha lanzado una ruta para personas ciegas en el centro de La Paz que incluye losetas táctiles, placas en Braille en los postes de las esquinas, flores aromáticas y semáforos sonoros. En algunas calles de la ciudad, desde el año 2015 ya se ven senderos amarillos con textura en medio de las aceras que están hechos para indicar el camino a las personas ciegas.

Llaya considera que el Alcalde se preocupa por las personas con discapacidad, por lo que le pide que gestione con el Consejo Municipal una normativa “que obligue (a los propietarios) a que tengan que uniformar las aceras y que estén lisas; si la acera está bien hecha, las personas ciegas, no van a necesitar señalética”.

¿Y la señalética?

Sin embargo, el director departamental del IBC sconsidera que el uso de algún tipo de señalética para la ubicación es necesaria, como las placas con escritura Braille que instalaron en los postes de las esquinas de las calles; pero además sugiere que en casos de escuelas la textura del piso o de las paredes de las gradas pueda variar cuando estén llegando al último escalón o cerca a los baños. Así también, sugiere se pueden pintar algunas paredes de algún color fuerte fosforescente para las personas con baja visión pero que distinguen algunas siluetas.

Aún así, Llaya sostiene que las personas ciegas no necesitan grandes adaptaciones arquitectónicas porque están acostumbrados a desplazarse en diferentes espacios. “Para mí basta que esté lisa la acera, bien hechita, pero estas lineas me ayudan, no voy a negar que me ayudan”, concluye.