Los operadores de turismo esperan que después de la reunión que sostendrán autoridades del Estado termine las repercusiones que causó en el sector la exigencia de la vacuna internacional contra la fiebre amarilla, según manifestó Judith Hoffmann, vicepresidente de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo (Canotur).

Hoffman calificó de “crisis terrible” las repercuriones causadas por el anuncio de la necesidad de una tarjeta de certificación internacional de la vacuna contra la fiebre amarilla. Señaló que ha habido vuelos y pasajeros cancelados para llegar al país, especialmente los que se dirigían a Santa Cruz. 

La representante de los operadores de turismo anunció que mañana se realizará una reunión entre el Viceministerio de Turismo, la Dirección Nacional de Migración, la Dirección de Aeronáutica Civil (DGAC), la Cancillería y el sector salud para analizar la medida lanzada el pasado 1 de febrero. 

La circular de la DGAC dirigida a los operadores aéreas indicaba que se debía realizar el control del carnet internacional de la vacuna contra la fiebre amarilla a todas las personas que viajan o provienen de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Guyana, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago y Venezuela, además de otras 27 naciones africanas. Esto a raíz de la detección de un caso de esta enfermedad en el país.

La confusión se generó debido a las fechas desde cuándo iba a entrar en vigencia esta medida, lo que ocasionó retrasos y cancelaciones en los aeropuertos y largas filas en los centros de vacunación. Ayer el Ministerio de Salud indicó que la medida sería aplicada desde el 2 de marzo.

Hoffman calificó la comunicación oficial de haber sido publicada “de forma incoherente”, ya que inicialmente se decía que estaba vigente la resolución del año 2009 que pedía esta vacuna sólo si se iba a ingresar a zonas endémicas, pero posteriormente se comenzó a pedir a todos.

Señaló que los operadores de turismo están preocupados pues “el turismo es sensible” y señaló que esperan que tras la reunión haya una declaración “clara” y que sea difundida tanto a los operadores de turismo, como a las aerolíneas, a las embajadas en Bolivia y a las embajadas de Bolivia en otros países.