La Paz, 05 de octubre (Semanario El Compadre).- Solo se escuchan las voces del agua que corre sin parar y su color cristalino permite ver la arena que se asienta al fondo. El horizonte es un halago para el sentido de la vista. Las montañas cubiertas de nieve, las de la Cordillera Real, permiten olvidar el estrés de la urbe, la hoyada paceña. Así es Pampalarama, un sitio turístico y ecológico del municipio de La Paz, donde el visitante puede disfrutar con todos sus sentidos.

Ubicado al norte del municipio de La Paz, y a solo una hora desde la autopista (20 kilómetros), Pampalarama desconecta al visitante  del mundo entero y se muestra generosa, aunque en la estación de invierno es cuando es plena.

Un círculo de montañas de la Cordillera Real coronadas por añejas nevadas nutre de agua al río Choqueyapu, ese que pasa por La Paz rumbo a Río Abajo.

Aunque llegó octubre, el intenso frío aún se siente. Cerca del mediodía se registran  5 grados; pero esto no es nada en comparación con los 15 grados bajo cero que se siente en invierno; ya que el lugar está por encima de los 4.400 metros sobre el nivel del mar, inclusive más alto que el Lago Titicaca que está a 3.810 metros sobre el nivel del mar.

El frío es lo que más llama la atención de los turistas, principalmente de los extranjeros. “En época de invierno, tenemos más visitantes, pero sobre todo extranjeros, a ellos les fascina el clima frío”, cuenta Roberto Poma, uno de los pobladores de la comunidad Chacaltaya, donde se ubica el atractivo turístico. “Cada año llegan entre 2.500 a 3 mil turistas; el 30% son nacionales”, acota.

Como ambrosía para la vista, no falta la caída de nieve, aunque sea leve se asienta en los pastizales, bofedales y desaparece en la laguna. Este fenómeno es parte del sistema cíclico de Pampalarama, que ofrece agua cristalina, nevados, bofedales y un intenso frío.

El comunario Poma, quien además es administrador del albergue instalado hace siete años por la Alcaldía de La Paz para recibir a los visitantes, cuenta que los turistas disfrutan el paisaje, la práctica de esquí en los nevados, las caminatas por las montañas donde pueden apreciar  toda su fauna, escalar los glaciales y practicar la pesca deportiva en la laguna. Así que Roberto los espera.

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