La Verdecita de César Farías dio un batacazo en el preolímpico sub-23. Hoy derrotó a Uruguay (3-2) y mantiene sus chances de clasificar al cuadrangular final del certamen que otorga dos plazas para Tokio 2020.

Fue un buen partido del equipo nacional. Bolivia dominó el encuentro casi en su totalidad, aunque terminó sufriendo de manera innecesaria.

El primer gol de la Verde llegaría a los 25 minutos y fue gracias a la vía del penal. Bruno Miranda fue quien tomó la responsabilidad y desde los 12 pasos anotó el primero para Bolivia.

El gol aumentó la confianza de los jugadores bolivianos, que controlaron los intentos de ataque de Uruguay y salían en contragolpes rápidos que complicaba también a la defensa charrúa.

Así, el 1 a 0 se mantuvo hasta el minuto 59, cuando Víctor Abregó anotó el segundo para la Verdecita tras un gran cabezazo que venció la resistencia del portero charrúa.

Con los dos goles de diferencia, parecía que Bolivia tenía controlado el encuentro, pero recibió dos duros- e inmerecidos-cachetazos en dos minutos.

Y es que Uruguay sorprendió con dos goles para igualar la cuenta, primero José Rodriguez anotó a los 78 – gracias a un error infantil del arquero y la defensa boliviana- ,y  luego fue el turno de Federico Viñales a los 80.

Con el empate el encuentro entró en un desorden absoluto. Ambos equipos se fueron al ataque en busca de ganar el encuentro y, en ese afán, empezaron a atacar hasta con seis hombres, dejando sus defensas totalmente desprotegidas.

De hecho, en tres minutos ambos equipos tuvieron dos claras opciones de aumentar la cuenta, pero siempre fallaban en la puntada final.

No obstante, ya a los 93 minutos, la Verde logró, finalmente, anotar el gol que le significaría los tres puntos.

Con una defensa uruguaya totalmente desordenada, Henry Vaca manejó los tiempos y dio el pase a Fernando Saldías, quien con un fuerte derechazo logró anotar el gol para un histórico triunfo boliviano.

Ahora, Bolivia jugará el próximo martes ante Brasil (21:30 HB) con la esperanza de sumar al menos un punto que lo siga manteniendo con vida de cara a la última fecha.