La delantera norteamericana Megan Rapinoe se impuso a su compatriota Alex Morgan y a la inglesa Lucy Bronze para ganar el premio The Best a la mejor futbolista del año, en una ceremonia celebrada este lunes en la Scala de Milán.

La jugadora de 34 años era la gran favorita a este premio después de liderar a la selección de Estados Unidos a un tercer título mundial (el pasado mes de julio en Francia) y acabar ese torneo como máxima goleadora.

"Quiero dar las gracias a mi familia, a mi novia. A todos mis entrenadores, pero especialmente a Jill Ellis, que me ha ayudado a mejorar mucho y a ser campeona del mundo", agradeció al recibir el premio.

Rapinoe, que durante el Mundial se convirtió en portavoz de la causa feminista y de los homosexuales y que dio de qué hablar por sus ataques al presidente estadounidense Donald Trump, añadió: "Hay algunas historias que son las que más me inspiraron. Fueron las de (el inglés Raheem) Sterling y de (el senegalés, Kalidou) Koulibaly, por la manera en la que encararon los asquerosos casos de racismo".

La jugadora estadounidense recordó también el caso de las mujeres iraníes que tienen prohibido ingresar a los estadios cuando el partido es del fútbol femenino. Aunque desde el año pasado las restricciones se han flexibilizado, en septiembre de este año una aficionada murió luego de prenderse fuego en señal de protesta contra este tipo de medidas.

"Las historias de Sterling y de Koulibaly me inspiran, aunque también me hacen sentir un poco triste. Pero si queremos un cambio, todos los demás futbolistas deben levantar la voz contra el racismo", subrayó.

"Todos los que estamos aquí tenemos este poder, así que sirvámonos de este deporte para cambiar el mundo", concluyó.