La Paz, 17 de noviembre (Oxígeno).- Jugamos como nunca, perdimos como siempre. Es una conocida frase futbolera que, lamentablemente, se aplica a nuestra Selección casi siempre.

El partido de hoy en Paraguay no fue la excepción. Bolivia hizo un buen partido durante 85 minutos; pero en cinco minutos se desmoronó todo.

 El primer tiempo fue de acuerdo a lo predecible. Paraguay intentó atacar con todo a Bolivia y la Verde se defendió con una línea de 5 bien parada.

Si bien Bolivia no tuvo poder ofensivo, su defensa estuvo sólida. Sólo tuvo dos sobresaltos. Un remate de Gonzales que se estrelló en el travesaño y una incursión que Lucas Barrios no pudo concretar.

Por eso, el primer tiempo terminó sin apertura del marcador.

En cambio el segundo tiempo fue cambiante y hasta extraño. Los primeros minutos fueron de total dominio paraguayo – tuvo tres tiros de esquina en 5 minutos-. Pero poco a poco fue equilibrando las acciones.

En esta etapa ingresó Yasmani Duk en lugar de Rodrigo Ramallo y marcó la diferencia. Primero lo tuvo a los 10 minutos del complemento, robó una pelota en campo rival y se aproximó al arco rival, pero fue derribado por el defensa paraguayo.

Era falta y para roja directa, pero el árbitro venezolano no cobró la falta.

Cinco minutos después llegó la sorpresa. Un tiro de esquina paraguayo se convirtió en un contra golpe boliviano. Chumacero recuperó el balón y se lo dio a Yasmani Duk. El delantero cruceño corrió poco más de 30 metros con el balón y lanzó un remate cruzado que venció la resistencia de Silva, era el 1 a 0.

Empero, el gol lejos de tranquilizar a la Verde la puso más nerviosa. Los jugadores no supieron cómo administrar su ventaja y perdieron el libreto del partido rápidamente.

Y lo menos pensando pasó, el jugador más experimentado de la Verde fue el que, esta vez, posibilitó la reacción paraguaya.

Daniel Vaca había tenido un buen partido hasta ese fatídico minuto 62. Primero, salió mal en un tiro de esquina y después no puso contener un cabezazo suave del capitán paraguayo. El balón era para que la “embolse” pero dio un rebote innecesario que fue aprovechado por Lazcano.

El rápido empate paraguayo puso más nerviosos a los bolivianos, que dos minutos después volvieron a ver caer a su arco, esta vez gracias a un cabezazo de Lucas Barrios tras una buena jugada de Ayala.

Después Bolivia volvió a tomar las líneas y a seguir el juego que había planteado en un comienzo, pero ya era tarde. Además, Baldivieso no pudo hacer modificaciones, pues dos de sus tres cambios los utilizó en remplazar a jugadores lesionados (Campos en el primer tiempo y Diego Bejarano en el segundo).

Aún así, Bolivia lo intentó. En el último minuto tuvo una oportunidad más, pero el remate de Veizaga fue contenido por el arquero guaraní.

Al final, Bolivia perdió y en nuestra cabeza vuelve a estar presente la frase que nos sigue los últimos años. “Jugamos como nunca, perdimos como siempre”.