Redacción Oxígeno
04/09/2017 - 18:09

¿Cómo empezar los lunes? Sexo, entre otras cosas

Unos prácticos tips para empezar la semana con una actitud más que positiva.

Lunes. El peor día de la semana para muchísimos seres humanos. Lunes, inapetencia de madrugar, sueño y mal humor. Luego del fin de semana, cuando el trabajador dispone de la plena libertad de hacer con el tiempo lo que desee, volver a la rutina laboral suele ser un trauma. Quienes tienen la fortuna o la desgracia de poseer un trabajo, cargan una condena irremediable que se repite cada siete días. El lunes. Ya en el ocaso del domingo, la cercanía del lunes empieza a correr como un virus por la sangre, corroe la felicidad, deprime las defensas, altera los procesos naturales del humor y el bienestar, derrumba silenciosamente la paz interior, carcome el éxtasis o la sonrisa apacible conseguida bajo el efecto embriagador del libre albedrío. No hay forma de negarlo. Mañana hay que ir a laburar y ese sutil e inevitable destino se expresa en emociones que pueden ir del fastidio, la melancolía, la bronca, la impotencia, la antipatía, la indolencia y la angustia, hasta la mera y abrupta depresión. Mucho depende de las características particulares de la persona, de la carga de su trabajo, de los años que lleva en la faena. Las variables pueden ser infinitas, pero aún el más apasionado por sus actividades, el trabajador más optimista y comedido, no escapa al hecho ruin de tener que enfrentar cada domingo a ese fantasma invisible, ese monstruo perverso creado casi al mismo tiempo que el calendario: el lunes.

Por eso, tener a mano estrategias para desbaratar, o en su defecto reducir los daños de la trampa mortal, podrían amainar las tormentas del domingo y condicionar al lunes en su esencia siniestra y devastadora. Para ello, hemos pensado éstos 10 simples consejos:

Tenga sexo. Comienza un día áspero y nada mejor que arrancarlo despejando la mente, espabilando cuerpo y espíritu mediante el fragor amoroso con su pareja (lo que habitualmente se conoce como “mañanero”). De no haber pareja, la autosatisfacción es sumamente recomendable. En este caso, es pertinente pensar (diríamos vulgarmente “dedicarla”) en su jefe o jefa si es de su agrado, o algún compañero o compañera de trabajo, para ir alistándose al clima laboral desde la fantasía, el deseo y el disfrute, y no desde la desgraciada realidad. Una ducha durante o después del acto ayuda a la relajación.

Arréglese. ¡Arriba! Por más que sienta la peor desdicha por dentro, verse bien ayudará a levantar el ánimo y la autoestima. Si su trabajo lo obliga a vestirse bien, rompa el esquema con prendas que lo hagan sentir cómodo, o alguna a la que le tenga un cariño especial. Es el día indicado para patear el tablero con un pantalón de jogging, ese saco de tercera generación que compró una vez en una feria americana, o ese vestido que realza su figura. Por ser lunes, olvídese de lo que puedan pensar los demás.

Desayune bien. El peso extra de los lunes, con todas sus implicancias emocionales, exige el desgaste de mucha energía. Si arranca semi dormido y desayuna en el trabajo a las apuradas, estará reduciendo su potencial. De ser necesario, sacrifique una hora de sueño para desayunar tranquilo y a gusto en casa, o en un bar si lo complace más.

Cambie el camino. Si siempre recorre el mismo trayecto hacia el trabajo, el lunes modifique en algo la ruta, o el medio de transporte, aunque demore un poquito más en llegar. La rutina es siempre tediosa pero lo es mucho más los lunes.

No ostente. Cuando sus compañeros y compañeras de trabajo le pregunten sobre cómo le fue el fin de semana, limítese a responder “bien, tranqui” o como mucho “bien, en familia o con amigos” sin dar mayores detalles ni explicaciones, por más que haya sido el mejor de su vida. La envidia es un arma sumamente poderosa, evite atraer energía negativa. Su aura ya se ve afectada por la naturaleza infortunada de los lunes. Protéjala.

Regálese el mejor almuerzo de la semana. Si su presupuesto diario para el almuerzo ronda los Bs 20, por ejemplo, haga un esfuerzo y los lunes dese margen para gastar un poquito más, llegando a los Bs 30 ó Bs 50. Si viene reventado del fin de semana, invierta en comer sano en ese chino vegetariano que le resulta mucho más caro que la panchería de la esquina. Compre una bebida de su agrado, un postre, una golosina, mímese rompiendo un poquito los límites del presupuesto y atendiendo bien al cuerpo.

No se ponga cargas extra. Ya es demasiado con ser lunes y de nada sirve empezar dieta o dejar de fumar. Cualquier iniciativa que implique un sacrificio, por más bien intencionada que sea, déjela para el martes.

Evite quilombos. Si usted ha seguido estos consejos y a pesar de ser lunes, alcanzó un estado de gracia digno del Dalai Lama, no se olvide que está rodeado de personas irritadas por el efecto lunático de los lunes. Muéstrese pacífico y ajeno a las reyertas.

Patee para adelante. No es un día para tomar decisiones importantes ni asumir ningún tipo de responsabilidades en el trabajo. Cualquier cuestión de importancia que se presente, déjela fluir hacia el futuro en la medida de lo posible.

Sea improductivo. El mundo sigue rodando y en nada afectará si usted hoy se hace un poco el otario con sus obligaciones. Aproveche y mientras no lo observen, lea el diario, chatee con amigos, busque algún producto que desea comprar en internet, proyecte un viaje, o simplemente abra una hoja en blanco en el Word, y empiece a escribir lo primero que se le venga a la cabeza. A veces, muy de vez en cuando, puede salir alguna que otra cosa útil e interesante.

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