Alimentación
Redacción Oxígeno
25/08/2017 - 11:31

Consumir muchas calorías en el desayuno ayudará a prevenir la obesidad

Un estudio reciente descubrió que quienes comieron bocadillos además de sus tres comidas al día tendieron a subir de peso con el tiempo. 

Ingerir gran cantidad de alimentos durante la mañana ayuda a bajar la masa corporal. /Foto: Internet

Una revisión de los patrones alimenticios de 50.000 adultos a lo largo de siete años proporciona la evidencia más reciente que sugiere que deberíamos ingerir la cantidad más grande de calorías durante la mañana para activar nuestro metabolismo y prevenir la obesidad, comenzando con un desayuno copioso y pasando después a un almuerzo más pequeño y una cena ligera, o a no cenar en absoluto.

Se requiere más investigación, pero una serie de experimentos en animales y algunas pruebas pequeñas en humanos han señalado lo mismo, pues sugieren que observar el reloj, y no solo las calorías, podría desempeñar un papel más importante en el control de peso de lo que se reconocía anteriormente.

Un estudio reciente descubrió que quienes comieron bocadillos además de sus tres comidas al día tendieron a subir de peso con el tiempo, mientras que quienes solo comieron una o dos comidas al día tendieron a perder peso, incluso en comparación con quienes solo comieron tres comidas al día.

Sin embargo, los investigadores también encontraron que quienes ingirieron la mayor cantidad de alimentos al inicio del día tenían más probabilidades de contar con un índice de masa corporal más bajo que quienes comieron un almuerzo o una cena abundantes.

Quienes desayunaron generalmente tendieron a mantener bajo su peso, en contraste con quienes ayunaron. Los índices de masa corporal más bajos se registraron en la fracción de personas, cerca del ocho por ciento de la muestra total, que terminaron el almuerzo al inicio de la tarde y no comieron de nuevo sino hasta la mañana siguiente, con un ayuno de 18 a 19 horas.

Las conclusiones fueron limitadas, puesto que el estudio fue observacional e involucró a miembros de un grupo religioso, Adventistas del Séptimo Día, que son extraordinariamente saludables, no fuman, tienden a abstenerse del alcohol y comen menos carne que la población en general (la mitad de los sujetos del estudio eran vegetarianos). Sin embargo, los resultados sugirieron que repensar cuándo y cuánto comemos, además de incluir un ayuno extendido, podría traer beneficios.

El ayuno manda la señal al cuerpo de comenzar a quemar grasa almacenada para utilizarla como combustible, dijeron los investigadores. 

Ingerir la comida más abundante por la mañana parece crear ventajas para el control de peso en contraste con ingerirla por la tarde, dijo, puesto que el proceso digestivo y la acción de la insulina,la hormona pancreática que el cuerpo utiliza para procesar los azúcares en carbohidratos y almacenar glucosa, parece que tiene su mayor desempeño al inicio del día. 

Daniela Jakubowicz, una investigadora israelí en el Centro Médico Wolfson en Tel Aviv, ha probado estos principios mediante pequeñas pruebas clínicas. Para un estudio, reclutó a decenas de mujeres obesas y con sobrepeso que tenían problemas metabólicos; a todas les asignó dietas idénticas de 1400 calorías al día. Los investigadores le dijeron a la mitad de las mujeres que consumieran 700 calorías en el desayuno, 500 calorías en el almuerzo y 200 calorías en la cena, y le pidieron al otro grupo que invirtiera el orden. Sin importar cuándo se ingería, la comida grande incluía alimentos como atún, pan integral, ensalada de tomate y mozzarella, leche descremada y un poco de chocolate.

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