Carlos Villegas Quiroga ha sido un nombre muy familiar para los periodistas, líderes de opinión pública y los políticos de la oposición y el oficialismo de Bolivia en los últimos 25 años.  Sencillez, quiza esa sea la palabra que puede graficar uno de los rasgos de la personalidad de Villegas, de aquel  hombre siempre dispuestos a compartir datos y dar a conocer información, en sus tiempos de analista económico. Comprometido pero sin estridencias, podría ser el otro calificativo que podría recibir ya como protagonista del gobierno de Evo Morales, en su papel de ministro o presidente de la principal empresa del Estado.

Ha sido un hombre que, desde se ha ubicado, demostró compromiso con sus ideas, sus posiciones ideológicas. Siempre estuvo dispuesto a defender los resultados de sus investigaciones o con actitud para transmitirlas. Como el tiempo contribuye al olvido, quizá valga la pena recordar a Villegas como ese investigador del Centro de Estudios de Desarrollo Laboral (CEDLA) y desde donde reclamaba por mejores condiciones económicas y laborales para los trabajadores del país.

Economista de profesión, investigador innato, destacado profesor universitario, así era Villegas, quien murió la tarde del 24 de enero en Santiago de Chile, vencido por un cáncer de esófago.

Ese es el hombre que recibió la responsabilidad de dirigir la principal empresa del Estado, YPFB Corporación, en un momento en el que se ponía en duda la perspectiva de la nacionalización, quizá afectada por su debilidad institucionalidad como por los cambios que hubo de sufrir la empresa en su presidencia.  El año 2009, Villegas fue convocado por el presidente Morales para dejar el Ministerio de Hidrocarburos  para dirigir YPFB Corporación, con el reto de demostrar que la nacionalización era una opción viable y era el camino a seguir.

No fue una tarea sencilla, por la falta de recursos humanos y por la posición gubernamental de considerar que cualquier crítica a la gestión de YPFB era sinónimo de oposición política y conspirativa. Tampoco se puede dejar de lado la determinación política de generar condiciones discrecionales para la administración de la empresa. A ese escenario se completaba el periodo de bonanza que se generó por la venta de gas natural al mercado externo y la aceptación de las empresas petroleras para permanecer en Bolivia con las nuevas condiciones.

En esas condiciones, Villegas estuvo al frente de YPFB. Como en el pasado, en ese tiempo, hubo denuncias e investigación de corrupción las que deben ser investigadas, como señala la ley.

Ahora bien, Villegas dirigió el crecimiento de la empresa y la convirtió en Corporación. Debe reconocerse que desde el 2009, Yacimientos  empieza a demostrar estabilidad y perspectiva. Hoy es la estatal más importante y una de las petroleras más destacadas de la región. El objetivo de la industrialización ya es parte del mediano plazo. Por todo ello, es importante que el gobierno defina el reemplazante de Villegas con la mayor paciencia y objetividad posibles. YPFB y Villegas lo merecen. Además, las autoridades tienen la obligación de fortalecer más a la Corporación, ahora que los precios del petróleo han caído, ahora que se busca consolidar el mercado externo, ahora que se debe lograr la industrialización de los recursos gasíferos.