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Ana Teresa Morales Olivera
06/07/2016 - 11:11

Una explicación necesaria sobre la creación de Enatex

La empresa AMETEX (AMÉRICA TEXTIL S.A.)[1]  de propiedad del señor Markos Iberkleid nunca fue comprada por el gobierno del Presidente Evo Morales ni tampoco el gobierno asumió sus deudas. Ya desde el año 2006 AMETEX estuvo en manos de una “Junta de Acreedores” conformada por entidades y personas a las que esta empresa adeudaba distintos montos de dinero; la Junta de Acreedores inició la liquidación de la Empresa  y por tanto esa empresa se encuentra actualmente “en liquidación” y presenta regularmente sus balances a las autoridades.

La empresa AMETEX (AMÉRICA TEXTIL S.A.)[1]  de propiedad del señor Markos Iberkleid nunca fue comprada por el gobierno del Presidente Evo Morales ni tampoco el gobierno asumió sus deudas. Ya desde el año 2006 AMETEX estuvo en manos de una “Junta de Acreedores” conformada por entidades y personas a las que esta empresa adeudaba distintos montos de dinero; la Junta de Acreedores inició la liquidación de la Empresa  y por tanto esa empresa se encuentra actualmente “en liquidación” y presenta regularmente sus balances a las autoridades.

Ya desde el año 2003,  y mucho antes de cerrarse el ATPDA (preferencias arancelarias) con Estados Unidos en 2009, AMETEX tenía graves problemas económicos. Ese año 2003 AMETEX recibió dos préstamos de NAFIBO (Nacional Financiera Boliviana).

Sin lograr superar sus problemas financieros, el 2005, durante el gobierno de Rodriguez Veltzé, AMETEX tuvo que iniciar su internación en el denominado ‘HOSPITAL DE EMPRESAS’  acogiéndose a la Ley de Reestructuración y liquidación de Empresas (No. 2494) que tenía el propósito de SALVAR EMPRESAS EN PROBLEMAS.

Los años 2008 y 2011,  durante el gobierno del Presidente Evo Morales, estando ya la empresa en el ‘hospital’, se le dieron dos préstamos adicionales especialmente orientados a las empresas que usaban mercados del ATPDA (DS 29153 y afines).    

A 2012 las deudas financieras que tenía AMETEX llegaban a 31 millones de Dólares, pero seguía funcionando con algo más de 1600 trabajadores; hasta que el 21 marzo del 2012 la Junta de Acreedores de AMETEX envía una desesperada carta al Gobierno anunciando la posible paralización de actividades y su inminente cierre[2]; solicitaban un nuevo apoyo.

Ese mismo 2012, el Gobierno, a través del Ministerio de Desarrollo Productivo y la Autoridad de Empresas AEMP, evalúa la situación económica de AMETEX y detecta serios indicios de lo que el Código de Comercio define como “quiebra fraudulenta” (art. 1657 num 4 y 7); es decir que la reiterada amenaza de quiebra mostrada por AMETEX no era real; AMETEX estaba en quiebra “artificial”.

Se detectó que se crearon empresas offshore utilizadas para camuflar las ganancias de AMETEX desviando esas ganancias a empresas de la misma familia Iberkleid en paraísos fiscales. Para esto se manejó fraudulentamente los precios de comercio: por ejemplo,  una prenda cuyo costo de producción para AMETEX era 5 $us., se vendía a 3 $us. a una empresa offshore de la familia Iberkleid en el exterior, la cual a su vez vendía en 15 $us. la misma prenda a otra empresa offshore o a los clientes.  De esta manera AMETEX registraba pérdidas todo el tiempo, mientras la otra empresa de Iberkleid se enriquecía sin mayor esfuerzo.  Esta quiebra artificial provocada por los accionistas principales de la empresa fue muy efectiva para, además de evadir impuestos y mantener su dinero fuera del país, presionar y chantajear al Estado Boliviano y a los sucesivos gobiernos y seguir sacándole créditos; logrando además movilizar constantemente a los más de mil trabajadores que, sin conocer esta situación, apoyaron a Markos Iberkleid en su permanente pedido de créditos que casi nunca se pagaron/honraron.

Frente a este delito y luego de recopilar las pruebas necesarias, la Autoridad de Empresas AEMP, bajo tuición del Ministerio de Desarrollo Productivo, inició en 2013 un juicio penal a los señores Iberkleid cuyos detalles están actualmente en la fiscalía.

Esta fue la gran estafa de los Iberkleid a Bolivia.

El 2012, frente al inminente cierre de AMETEX, el Ministerio de Desarrollo Productivo tuvo ante sí un dilema: cómo evitar que se cierre la última gran empresa textil boliviana y evitar también que 1600 trabajadores queden en la calle sin haber recibido ni siquiera sus beneficios sociales[3]; pero a la vez, sin cargar al Estado una millonaria y fraudulenta deuda acumulada por Iberkleid.

La respuesta fue dejar que la empresa AMETEX continúe su proceso de liquidación y crear una nueva empresa que no pierda la infraestructura montada de AMETEX y que rescate la mano de obra (calificada) que AMETEX dejaba cesante.

Dejar que muera la última gran empresa textil boliviana hubiera sido un acto de cobardía; hubiera sido darle la espalda a los obreros, a la industrialización de nuevo tipo; renunciar a construir procesos productivos con nueva lógica y nuevos principios.  Hubiera sido dejar de creer que otra economía es posible.  ¡No!, no se podía dejar a Bolivia sin una industria que además podría convertirse en centro y corazón de toda la industria textil nacional porque -como en ningún otro país de la región- encadenaba la producción desde el algodón hasta la prenda final[4].

¡Sí!, hubiera sido un acto de cobardía no luchar por todo eso.

La opción del Ministerio de Desarrollo Productivo fue, por tanto, no seguir el camino seguido en los oscuros años 80 y 90 por las ex empresas textiles Said, Soligno, Hilbo, Forno, Texturbol, [5] etc.; fue luchar por la industria.  Y esa opción se hizo decisión del gobierno del Presidente Evo Morales el 11 de Junio de 2012 aprueba el Decreto Supremo 1253 de creación de la empresa pública nacional estratégica, ENATEX.

Más tarde, durante los más duros momentos de crisis de ENATEX a finales del año 2014 y principios del 2015, cuando los bolivianos abarrotaron las tiendas de ENATEX decididos a evitar que nuestra empresa muera, tuve la certeza de que nuestra decisión fue correcta.

Con esta decisión, al crearse ENATEX se solicitó a la Junta de Acreedores de AMETEX el alquiler de las plantas de producción que ya no estaban funcionando, se logró el voto mayoritario de esa junta para aprobar el alquiler,  y se contrató a los 1600 ex trabajadores de AMETEX que habían quedado sin trabajo.

Ya en el año 2014 se invirtieron 15 millones de dólares en comprar a AMETEX las instalaciones y maquinaria que inicialmente estaban alquiladas y en octubre de ese año se exigió a la Junta de Acreedores de AMETEX y garantizó que ese monto se destine en su totalidad al pago de los beneficios sociales que AMETEX debía a sus obreros. Cada obrero recibió en promedio $us 8.000 por ese concepto; Iberkleid no recibió ni un centavo.

Con esta inversión, la empresa pública ENATEX se hizo propietaria de la maquinaria e infraestructura montada (las plantas de producción) evitando así su desmantelamiento y pérdida; y a la vez viabilizó el pago de beneficios sociales a todos los ex trabajadores de AMETEX, que de otra forma probablemente nunca hubieran podido recibir.

Se habían cumplido así los objetivos de rescatar las fuentes de trabajo de obreros, mantener el enorme capital humano de la mano de obra altamente especializada y finalmente mantener con vida el posible “buque insignia” de la industria textil boliviana; sin fraudes ni quiebras fingidas para enriquecer a privados y sin cargarle al Estado esas deudas fraudulentas y delincuenciales; potenciarla como empresa estratégica del Proceso de Cambio.

Hasta aquí el relato y explicación del porqué del nacimiento de ENATEX.  Queda hacia adelante el relato y explicación necesaria de las batallas que dimos después.  En esas batallas tuvimos grandes éxitos y también duros fracasos, enfrentando los límites reales y siempre riesgosos de una experiencia audaz y creativa de nuevo tipo.  Una vivencia cuya mayor utilidad será servirnos a todos para dibujar mejor y con mayor seguridad nuestro futuro; una vivencia de la que estoy orgullosa y sobre la que asumo total responsabilidad.  De esos éxitos y fracasos hablaremos más adelante.

 

TEXTO ORIGINALMENTE PUBLICADO EN LA RAZÓN EL DOMINGO 3 DE JULIO, PUBLICADO CON AUTORIZACIÓN DE LA LIC. TERESA MORALES OLIVERA. 

 

[1] AMETEX: conformada por las plantas HILASA, UNIVERSLATEX, MEX, MATEX Y BATT.

[2] Se suma a esta carta el informe de marzo de 2012 de la calificadora de riesgo Fitch Ratings, que alertaba al mercado por la evidente incapacidad de AMETEX de pagar deudas “con su propia generación”.

[3] Valiosa mano de obra  de obreros, altamente especializada y entrenada en más de una década de producción.

[4] Hilo-tela-teñido-corte-confección y embellecimiento de prendas de algodón de la más alta calidad en el mundo.

[5] Las instalaciones de la ex fábrica Soligno, donde viven decenas de familias de ex trabajadores que se repartieron pedazos de galpones y rincones de terrenos en los que construyeron como mejor pudieron sus viviendas para compensar en algo la pérdida de sus beneficios sociales, son un ejemplo viviente de esa debacle.

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